A Cádiz vine a robarle un día...

A Cádiz vine a robarle un día...
A Cádiz vine a robarle un día... y ella fue quien me robó, La Vida... La Vida... La Vida...

miércoles, 19 de octubre de 2011

Un pacto...


Estimado autor de Carnaval, 

Tú que pones letra a los sentidos alterados cuando se pisa Cádiz, tú que eres el traductor de esa brujería que pone la piel de gallina y el vellito como los girasoles de Medina Sidonia. Tú, que tienes los pulsos en un compás y los vientos te acarician susurrándote melodías. Tú, autor de chirigota, de comparsa, de coro o cuarteto.

Tú recibes ya, desde hoy, mi aplauso y mi agradecimiento. Pero no sin antes aceptar un pacto; no ya conmigo. No ya un pacto con el aficionado y amante al carnaval. Ni siquiera un pacto con el gaditano (que, señores, no es lo mismo ser aficionado, ser amante, loquito del Carnaval... que gaditano). No, querido autor: te pido que aceptes un pacto con el mismo Carnaval, llámalo pacto con dios (Momo) o con el diablo. Que en estas cosas, como cantaba Manzanita, el infierno de la gloria pasa por mí. Pero te pido que aceptes un pacto con el mismo Carnaval, por Cádiz.

Y en este pacto, hay muchas exigencias que cumplir a rajatabla. Te pido, autor, por este pacto, que si no vas a poner hasta la última esencia de tu alma en cada letra y cada nota, no escribas. Que si no vas a temblar, llorar, reír, morir y volver a la vida con cada nota, cada acorde y cada melodía... no cojas la guitarra. Que si vas a olvidar que la sangre del Carnaval es el 3x4, y que su alma está hecha de tanguillo... no me cantes. Que si escribes pensando que estás forjando tu legado y tu obra sin comprender que tus coplas son por Cádiz y a ella pertenecen por este pacto de aquí hasta que ella quiera... no me ronees sobre las tablas o en las calles: coge tu guitarra y como un Joaquin Pamplinas vete al metro de Madrid, de donde salen los artistas.

Mira, autor... por este pacto, yo me comprometo a escucharte sin mirar tu nombre ni apellidos, a oírte por Cádiz, a revolverme las entrañas con cada piropo, con cada denuncia, con cada guasa que entenderé y disfrutaré desde el salitre y la arena que es mi patria. Que apreciaré tus noches en vela. Y tú, autor, por este pacto, te comprometes a regalar en coplas hasta el fondo de tu alma, rebañarla y soltarla en la garganta de esos hombres y mujeres que se hacen instrumento del arte. 

Tú te comprometes a regalar esas coplas a Cádiz, por el Carnaval, y sabes bien que la recompensa será el paraíso de unos nudillos sobre mostrador, de unas risas, de un aplauso, de un temblar de manos y labios. El beneficio, amigo autor, se llama Carnaval... y no tiene más de gloria que su mismo nombre.

Así que te pido, autor, que firmes este pacto. Que te arañes el alma y será Cádiz quien te cure las heridas y que estés dispuesto a morir para que sea Cádiz quien te vuelva a la vida.

Lo firmas???...

María del Mar Peña Martínez

Pd: lo siento, pero después de leer esto, tenía que compartirlo con todos vosotros... gracias por la parte que a mi me toca, porque esto es así, y no hay más... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario