No lo sé. Os juro que no lo se, pero siempre he tenido la extraña sensación de no ser de un sitio y de ser de todos. De sentirme de allá donde estoy, y de saber que aun quedan sitios por descubrir y darse a conocer. Cuando menos te lo esperas, allí están y te asaltan en la mitad del camino que es la misma vida. No se por qué extraña sensación siempre me sentí de un lugar en particular, de un sitio concreto o de una ciudad con nombre y sin apellidos. Cádiz..., Gades..., Cái...
Hoy abro este nuevo balcón al mundo de la blogosfera para ir soltando en pequeñas píldoras, mis sentimientos hacia esta bella ciudad costera de nuestra vieja y ajada piel de toro, que cada día anda más desorientada entre esta crisis "que no se nota" y este gobierno que es pá meterlos en la cárcel a todos "de pleno derecho"...
Pero no pretendo que este blog sea para contar penas, ni para acordarnos de la Pepa... que de eso ya tendremos tiempo, antes de que la Maldición de los "Amayas", esa que dice que se acabará el mundo en 2012, entre en nuestras casa y se lleve el ruinazo que tenemos encima... y para hablar de mis amigos, que hay unos cuantos en la Tacita de Plata. De la mano de ellos, de quien mejor, iremos conociendo la ciudad, sus gentes, sus fiestas y sus costumbres...
Hoy se abre este pequeño balcón hacia la nostalgia de no tenerte, y hacia la esperanza de poderte poseer un buen día. Hoy abro el arcón de los sentimientos para decirte, Cádiz, que te quiero, que siempre me sentí gaditano en la distancia, sin pasaporte de "puertatierra", ni DNI caletero, ni ADN viñero... pero con un corazón que palpita al tres por cuatro... y no solo cuando llega febrerillo el loco... y eso, eso vale más que tó las cosas.
Porque Cái es mú bonito y tó es mú bonito punto blogspot punto com...
Sean todos bienvenidos... y no me refiero a que todos ustedes, los que vayan entrando y pasando por este blog sean unos Mendas Lerendas, unos Trasnochadores o unos Santos... que pá Santos ya tenemos a los que están en los altares...