A Cádiz vine a robarle un día...

A Cádiz vine a robarle un día...
A Cádiz vine a robarle un día... y ella fue quien me robó, La Vida... La Vida... La Vida...

miércoles, 17 de octubre de 2012

Hola... me presentaré... me llamo Cádiz... (3ª parte)

Tras la enorme sorpresa que nos llevamos al encontrarnos con La Virgen del Rosario de Santa Cruz, en su rosario vespertino con las claritas del día, y aun con el olor a incienso y sal incrustado en el alma, tocaba ya  desayunar. Reponer algo de fuerzas, tras las tres horas impares de viaje, y las otras tres que llevábamos ya en la ciudad, paseando por ella, sintiéndola, dejándonos llevar, simplemente a donde ella quisiera. 


Así que aprovechando que estábamos en el Pópulo, nos acercamos a ver como habían quedado las obras de la recientemente remozada Plaza de San Juan de Dios... siempre fue digna de pasear, pero ahora tras las obras es un placer darse un paseo cuando aun no calienta el sol...


Aun resuenan en sus soportales, las coplas y las risas del buen rato que echamos aquel carnaval de verano, cuando Los Currelantes de Jesús Bienvenido, con Dani Obregón, Fali Figuier, y Octavio Linares dándolo todo para variar, entre otros de sus componentes. Comparsa que por aquellos entonces contaba con el mejor punteao del momento, al menos para mi, y que no es otro que Pedro Campos "Períco". Total, que volvían de una actuación fuera de la ciudad, y aun cansados, decidieron que ya pasadas las tres de la mañana era una buena hora para cantar. Y que mejor sitio que los arcos de los soportales del ayuntamiento gaditano...


Creemos hasta la fecha, que la rubia alcaldesa debía de estar durmiendo a pierna suelta, o echándose el tinte, pues no se asomó nadie al balcón, ni persona humana ninguna salió a increpar o a decir simplemente que nos callásemos... ¿que nos callásemos en noche de carnaval?... ni mijita... Total, que tras acordarme de aquel ratico, con sus coplas y sus risas, y tras pasar por la recién remozada plaza donde tiene el Consistorio gaditano su casa, La Plaza de San Juan de Dios, decidimos irnos para la zona del Mercado, a tomar un buen café. Cruzamos Cádiz, ya con las claritas de la mañana y un poniente chulesco y burlón, que se levantó de repente, dándole un toque mágico al cruzar tus callejuelas. Nos paramos en La Marina. Rincón emblemático de la gades trimilenaria actual, justo en frente de las escaleras de Correos y haciendo esquina con la Plaza las Flores y el antiguo y también remozado Mercado, el cual por ser festivo tenía sus puertas cerradas...


Y allí, intentando sobreponernos de las primeras emociones vividas desde que pusimos los pies en Cádiz, nos sentamos un ratico. Café y churros. Miradas cómplices de quien entiende las cosas sin apenas hablarlas. Y mientras calentábamos nuestras manos con el rubor de la taza y le sonreíamos al día, acordándonos del amanecer en el Campo del Sur, del olor a incienso por el Pópulo y del gracioso poniente que daba ya hasta fresquito, nos quedamos sentados esperando que el sol calentase también nuestros cuerpos...


Y no hay nada mejor, que pararse. Pararse unos instantes. Descansar. Comprar el Diario de Cádiz y echarle una miraita. "Que baratos están los alquileres por aquí, no??.... mira este...."... y observar. Observar sobre todo el caminar de la gente que aun siendo hoy festivo 12 de octubre, empiezan ya temprano a tomar las calles. Y entonces, echas cuenta que hasta el andar de las personas de esta ciudad es distinto. Es un caminar acompasado. Lento. Pesado. Da igual si llevas algo en la mano o no, el movimiento es el mismo...


La inercia que lleva a pasear tus calles es siempre igual. Porque en Cádiz, al igual que en mi ciudad, Granada, no se camina. Se pasea... aunque hayas recorrido cientos de veces la misma calle, el mismo rincón, el mismo cruce de callejuelas y te sepas de memoria y al dedillo la ruta a seguir,... paseas... El andar de Cádiz... característico. Aplomado. Lento. No hay prisa, pues dicen que no siempre son buenas. Todo se ralentiza en esta ciudad. Todo se hace más despacio... más a compás... "más de Cái, carajo"...


Y mientras el bullicio de la plaza empieza a ser algo mayor, y se empiezan a escuchar los primeros chascarrillos del día cuando los puestos empiezan a ser montados esperando al turista y al viajero, nosotros, nos quedamos con lo que ya hemos vivido en apenas unas horas. Paseo de madrugada, amanecer en Campo del Sur, Rosario del Rosario de Santa Cruz, el Andar de Cádiz con las claritas del día, y como no, un buen café en La Marina, mientras nos damos cuenta casi sin querer, que la vida en Cádiz se busca, porque en el fondo, son todos unos Buscavidas...


Y sentados en aquel rincón entre la Plaza las Flores y el Mercado, con la portada de Correos justo en frente nuestra y viendo como toda una ciudad despierta, aun siendo un día festivo, vuelves a escuchar ese soniquete socarrón y canalla, que me da a mi, que no nos va a dejar de acompañar, durante el resto de nuestra visita... 

"Hola... me presentaré... me llaman Plaza las Flores,... 
pero puedes llamarme Cádiz"...

martes, 16 de octubre de 2012

Hola... me presentaré... me llamo Cádiz... (2ª parte)


Aun aturdidos por tanta belleza concentrada en un solo amanecer, y con el susurro martilleándome todavía el alma, (ese casi no querer molestar de Cádiz al presentarse ante nosotros con aquella voz bajita y al oído), encaminamos nuestros pasos hacia la Plaza de las Catedrales... 


Esa Plaza de los besos largos... en donde las condenas ya no me duelen, ni me queman, ni siquiera me dan miedo... y a la Luna, por mucho que ella me mire y me acaricie le pelo, yo ya no la miro a ella... con la total convicción de que si me quieren condenar, que lo hagan. Total,... la única condena que a día de hoy no soportaría,... es no poder volver a estar contigo, otro día más... 



Bordeando la Seo Metropolitana gaditanensis, "esa que siempre está cerrada porque están corriendo un tabique"..., pues justo al salir a la plaza, un olor profundo, de esos que te ensanchan el pecho y te lo parten en tres mitades perfectas, siempre tres impares, tres como son, fueron y serán..., te sobrecoge, pues no te lo esperas... y aunque se podría pensar, que por la cercanía de los templos que en Cádiz casi se tocan y se dan la mano unos a otros, ese olor es, puede, o debería de ser un olor normal y carácterístico, nunca, en ninguna de las ocasiones anteriores en las que visité la ciudad, jamás lo percibí, a no ser que entrase expresamente en uno de los muchos recintos sagrados, de los que ya os puedo decir que hay muchos y muy buenos... y que todo viajero que se precie, no debiese de ignorar, sea cual sea su condición, su fe, su creencia o las ganas de ser y/o estar... 


Ese olor penetrante, que nos sobrecogió sobremanera y nos hizo incluso hasta llorar de la emoción. Ese cálida fragancia no era otra, que el rancio perfume afrutado del incienso. Incienso que mezclado con el aroma de la sal y esa brisa marinera que empezaba ya a hacer de las suyas conforme avanzaba la mañana, se me incrustó en la nariz, y me hizo correr hacía el Pópulo, por donde navegaban las cuentas perfectas de un rosario vespertino, en donde la Madre de Dios, llenaba tan temprano todas las calle, de Amor, Paz y Perdón...


Y allí estaba Ella... surcando los mares del entramado de callejuelas que dan a su barrio un estilo peculiar y característico. El Pópulo, el barrio más barrio y más antiguo de todo Cádiz. Gadir, Gades,... El Pópulo, un recinto de aproximadamente cuatro hectáreas, de planta cuadrada, y que tenía, como no, tres de sus lados amurallados, con una entrada en cada frente, y el cuarto lateral que cubicaba su perfecta geometría, daba al acantilado en el cual rompían las olas del océano. De esas murallas se conservan actualmente algunos restos y los tres arcos... que eran las antiguas entradas por las que penetrar en él... esos arcos del Pópulo, en donde pasé una noche inolvidable ya, en el Carnaval de Verano de 2011...


Y por allí paseaba Ella. Majestuosa. Dolorosa que a paso lento y abandonado, nos iba perdonando a todos nuestros pecados... y los que están por cometer. Somos humanos, y Ella, Divina. Y aun con ese dolor que paseaba, las calles sonreían a su paso, para hacernos a nosotros enternecer y llorar de emoción... 


Lagrimas como puños, de una nueva y desconocida Cádiz, que se nos vuelve a presentar, esta vez a paso de horquilla... y ya van dos veces en la misma mañana... que bonita mañana y que bonito despertar, totalmente inesperado, como gustan las cosas que sin premeditar, salen perfectas, pues así Ella lo quiso...


María Santísima del Rosario, en sus Misterios Dolorosos, se pasea por los corazones de cuantos estamos allí. Y penetra a través de nuestras retinas, de nuestros oídos, de los poros de la piel que no descansan de asimilar fragancias imperceptibles para muchos, y que se entremezclan con las que nuestros olfatos ya atesoran, guardan celosamente como tesoros en cofres imaginarios, a los que muchos llamamos "recuerdos". Incienso y Sal... brisa marinera que nos evoca siglos pasados... 


Madre de Dios a la que le cantan y le rezan en su lento y acompasado caminar. Un caminar que dura ya más de dos milenios. Un caminar que nos acelera el pulso justo terminado el carnaval. Un caminar, que nos eleva los corazones a límites insospechados, y que nos hacen perder el sentido para bien.


Un caminar, que yo comparé esa misma mañana, con el compás de un largo, lento, abandonado y perfecto Tango, que nos despierta de nuestro letargo ancestral... para despertar conciencias dormidas, que visto la que está cayendo, bastante falta nos hace...


Rosario de Cádiz, Rosario de Dolor, Rosario de Semana Santa. Imagen de Francisco Buiza Fernández, que dejara firmada en 1979 para gloria de Cádiz y de los gaditanos, y de todos los hombres y mujeres que la contemplen con el paso de los años. La más "Dolorosa" de cuantas dolorosas nos dejase el maestro Buiza. Belleza lozana de una doliente expresión. Labios desconsoladamente abiertos. Mejillas encendidas. La postura quebrada por el dolor...


Una desgarradora escena que nos transporta a un calvario que tiene su casa en La Catedral Vieja, la cual fuese edificada por orden del Rey Alfonso X de Castilla, el Sabio. Conocida en Cádiz como "La Iglesia de Santa Cruz" es un templo que el visitante que se acerque a Cádiz, no debería de perderse. Vayan a Santa Cruz. Vayan a La Catedral Vieja... porque Cádiz, sean ustedes creyentes o no, se lo agradecerá... y al salir de ella, ustedes le devolverán esa gratitud. Estoy seguro de ello, por que a mi me pasó, la primera vez que puse yo los pies en dicho templo gaditano... preciosa Catedral Vieja de Cádiz...


Y así, viendo como el cortejo, numeroso y joven en su mayoría, lo cual también me sorprendió gratamente, se adentra por las calles de su barrio del Pópulo en dirección a su sede canónica, me despido de Ella, mientras que al girar una esquina, Rosario engalanada con su nuevo manto de capilla, una verdadera obra de arte, se vuelve de manera imperceptible, y me mira... no la veo, pero la siento, y es entonces cuando la escucho perfectamente... es la misma voz,... esa voz que escuché al amanecer...


Esa voz de mujer que ya escuché de maneras claras sentado en el Campo del Sur, viendo como la ciudad despertaba y se me presentaba, lentamente, a compás..., y de nuevo, con un sutil susurro, con el mismo susurro con el que te despierta el amor de una Madre y la caricia de una Abuela, me vuelve a sorprender una vez más...

"Hola... me presentaré... me llamo Rosario,... pero puedes llamarme Cádiz"...


Amadísima Señora: 
Miraros... Rosario de Cádiz,
 sin que la gloria de vuestra sonrisa
nos llene de alborozo es imposible. 
Pero contemplar ese Rosario
que nos ofrecéis 
en sus más conmovedores Misterios 
y no llorar tampoco es posible 
a vuestros fieles hijos.

Por eso, Madre nuestra, 
meditando sobre las flores 
del Rosario de vuestro dolor,
humildemente os suplicamos piedad 
de los que a vuestro amor recurren,
en la seguridad de que aliviaréis 
las amarguras de nuestros sentidos,
dándonos al mismo tiempo, 
los auxilios necesarios
para la salvación de nuestras Almas.

Amén

lunes, 15 de octubre de 2012

Hola... me presentaré... me llamo Cádiz... (1ª parte)

Hay muchas veces, que crees conocer a alguien, y no es así. Hay, y te pasa cientos de veces, que cuando más crees conocer algo u alguien, te das cuenta de que no es así. Hay momentos en la vida de las personas, que todo lo que creías ya conocido, te sorprende y te deja con dos palmos de narices cuando te sorprende a la vuelta de un suspiro. De un pestañeo. Y te cautiva y te embelesa con una música sorda, capaz de hacer estallar todos los bloques del Campo del Sur... y parte de las "pieras de tu Caleta"... la piera cuadrá... la reonda, la laja, la puntilla, la sortija, la del erizo, la palangana, el medio lance, o la piera del ahogao... o la que sea, que a mi me da igual... esa música sorda me altera las constantes vitales, y ahora sé, que está escrita por el mismo tiempo que ya no está,... como también sé, que esa música está dedicada a esos corazones que agudizaron el oído, con el paso de los años... 


Viernes, 6.00 AM. El recuerdo es claro, rotundo y contundente. Acabo de aparcar tras unas tres siempre impares horitas de coche. Estamos en La Plaza de España y, ese pebetero eternamente encendido ya te da el primer pellizco de lo que se avecina y esta al llegar durante el puente que ya no es del Pilar... sino el puente del día trece, por que así lo quiero yo... a celebrar treces, sin mal ramo ni miedo a ná...

Con un fuego sordo, que se arquea en la noche, se estira, se retuerce, vibra, quema en el alma pero no te deja quemaduras en la piel, empieza esta aventura, que dividiré en más de una entrada. Primero, por el propio regocijo mío y placer, que me da escribir sobre mis vivencias. El echarle un rato a recordar lo que me da la vida, lo que siento, he sentido, y siempre sentiré. Y segundo, y espero que sea así, que el motivo de tener repartidas mis vivencias gaditanas en varias entradas, hagan que el lector, se quede siempre con ganas de más. Con ganas de la siguiente. Con ese pellizco de siempre querer un poquito más... al fin y al cabo, esa es la misma sensación que me queda a mi, cuando vuelvo de pasar unos días en esta monumental ciudad en todos los aspectos...


Pues bien, ese fuego ahí está. Delante de mis ojos. Quemando mi alma. Dando calor a mi querencia gadita, y con su destello grabado en mi piel, me viene a decir que vaya sin miedo. Que descubra, y que me pare, donde así me tenga que parar. Ilumina mi viaje,... uno más. Y el baile majestuoso de la llama encendida, además de muchas connotaciones que son para mi, santo y seña en mi vida, y que empiezan y terminan siempre en 3,14 me susurra por lo bajito, que cruce la ciudad. Sí, a la hora que es... cruza la ciudad. Respira su baja mar. Adentrate en el entramado cuadricular de una partitura perfectamente armonizada, que te dará la más bella melodía de todas... la de las ciudades vivas... 

Que bonito es sentir, que las ciudades están vivas, simplemente por que sí. Sin más. Vivas. Ciudades vivas, tras el paso de los siglos. En este caso, treinta. Treinta siglos, Tres mil años, que la contemplan, siempre perfumada por la Mar. Por los poros de las fachadas de piedra ostionera, o de esos muros encalados con sus cenefas pintadas con el sudor de muchos siglos, se escapa el lamento y toda la historia de una ciudad que respira la métrica perfecta de tantos compases distintos, como formas tienen sus hechuras benditas de mujer curtida por la sal y el son. Callejuelas de una cuadrícula imaginaria, en la que todas sus calles dan a la Mar. Por capricho. Por despecho. Por inercia. Y por que sí...


Pero sigo pensando lo mismo!!!... Que poco te conozco,... y aun así, tú cuanto me has dado ya. A mi, que no soy nadie. Que no soy más que un pobre loco enamorado de tus hechuras, de tu sonrisa, de tus perfiles, de tu cielo azul anacarado y de tu plata trimilenaria... un loco enamorado, del tesoro del carambolo, de tu duende y tu compás... un enamorado fiel y leal, al que la comisura de mis labios le estalla, solamente con poner un pie en tu alma, y mis manos en tus caderas. Esas caderas, por las cuales me paseo cada noche entre sueños, siempre y a pesar de la distancia. Esas caderas majestuosas, de hembra embravecida por el rugir de la Mar y azotada constantemente por los vientos, esos dos a los que ya se le cantara hace algún tiempo... "eres mujer de dos novios, prendaos por tu talle, están locos por tus huesos, el Poniente y el Levante"...


Y te cruzo de pitón a rabo, mientras tu corazón comienza a retomar su pulso de pronto, y al asomarme al Campo del Sur, habiendo venido paseando al abrigo de una noche cerrada y sin luna, esa que no existe para mi, mientras hayan cosas en la tierra que merezcan mucho más mi atención y mi especial dedicación, te nos presentas... y lo haces sin medias tintas, pero despacito... y lo haces sin prisa ninguna, pero si con una penumbra bendita de la mujer que aun duerme tras la persiana a medio bajar... que no muestra del todo sus encantos, pero los deja siempre entrever, que es mucho más bonito, y es mucho más de mujer...

Y lo tengo que decir. Me cueste o no, lo que sea... 


Si el atardecer más bonito del mundo, y siento lo que te digo, pero esa es la verdad (y mira que he visto tus puestas de Sol cada vez que te tenido oportunidad) lo he visto en mi ciudad natal,...


... en mi Granada de alma y corazón, he de decir a las claras,... a todos los que tengan hoy, mañana, o algún día la oportunidad de toparse con estas palabras escritas en este humilde blog, que el amanecer más hermoso, lo he vivido esta celebración del día trece, mientras veía como te desperezabas lentamente, al compás abrumador de las olas contra los bloques del espigón... y bien sabes, que me cogiste por sorpresa,... como siempre terminas haciendo,... al compás de un Tango que me martillea el sentido, y me levanta el bello cuando me toca "la patata"...


"Ya están saliendo los rayos de Sol,
la Madrugada por fin murió...
abre los ojos, levántate ya
sal a la calle que hay que luchar..."

Como también tú sabes, viejecita trimilenaria, que bailé contigo hasta verte totalmente encendida. Que me senté en el perfil de tu silueta, bañada por la sal y el sol que fue quemando mi costado y mi espalda al amparo de tus risas y de tus lágrimas... ese sol que fue dándote el color bronceado de mujer curtida en tres mil duras batallas, que van de febrero a febrero, y aun así, te conservas siempre joven, pero con la madurez que una mujer necesita para ser mujer,... y que se platea el pelo para vestirlo de color blanco canoso, cuando la luna tiene a bien visitarte en la madrugá... y me hiciste una vez más vibrar... y cosidas las comisuras de mis labios a las costuras de tu alma,... me dijiste al oído... muy bajito:

"Hola... me presentaré... me llamo Cádiz"...

miércoles, 3 de octubre de 2012

Componentes de la Comparsa Los Válidos

Os dejo vídeo subido a youtube por Guashilandia https://www.youtube.com/user/Guashilandia y en donde podemos ver a los integrantes de la Comparsa Los Válidos, de Kike Remolino. Hay caras muy conocidas entre ellos, como son los Muñecos que ya todos conocíamos y que no llegaron a salir con Los Duenes, y algunos fichajes nuevos, algunos de ellos muy buenos, como son para mi Antonio y Francisco Rico (año pasado con Los Majaras - Llámame Jesús), Juandy Delgado y Manuel Lepiani (Los Carroñeros de Luis Rivero), Sergio Payan (El Chaparrón de Quiñones), Francis Alcántara (larga trayectoria ya en las tablas de este comparsista, quien quiera saber más que le pregunte a Juanelo), Eugenio Cheza (guitarra este año con el Sherif), Manuel Perez (caja de los Hijos Secretos de Juana La Loca en 2011) y hasta el Postulante Jose A. García, que salia con Los Indignaos en el pasado carnaval...

En fin, una comparsa de la que se esperan grandes cosas, y como siempre yo digo, cuando sale un grupo nuevo, un autor nuevo, una idea nueva y una historia nueva... señores!!!... señoras!!!... ¡¡¡amo a escuchá!!!...

lunes, 1 de octubre de 2012

Las Cigarras... cositas del COAC 2013

Ya nos van llegando cositas de lo que será el próximo concurso de coplas. Hoy, primer día de octubre, os traigo una entrevista realizada a Nene Cheza, autor de la primera Comparsa que fue inscrita en el COAC 2013 con el nombre de "Las Cigarras"... toda la suerte del mundo a esta comparsa, desde la distancia que separa el blog de este granaino... de vuestra Tacita trimilenaria...