A Cádiz vine a robarle un día...

A Cádiz vine a robarle un día...
A Cádiz vine a robarle un día... y ella fue quien me robó, La Vida... La Vida... La Vida...

domingo, 10 de febrero de 2013

Cuando la sangre tira...

Cuando la sangre tira, no puedes hacer más que alegrarte. Al final, de una manera o de otra, Cádiz sale a relucir siempre en mi vida. Bien a través de las coplas. Bien a través de las músicas. Bien a través de sus letras. De sus calles. De sus gentes. De lo vivido en ella, o por ella... Pero cuando la sangre tira, y te das cuenta de que tu afición se convierte en la de tus hijos, y que es compartida y a veces, va mucho más allá, no puedes más que alegrarte. Y eso es de lo que vengo a hablaros hoy en mi blog... Sabía, porque ya lo escuchaba canturrear desde hace años, que le gustaban tus cosas, Cádiz...


Sabía, porque veía como se le iluminaba la mirada con cada letra cantada en casa. Con cada año de coplas que en mi casa duran siempre doce febreros y nunca me hicieron falta trucos. Sabía de su querencia a las comparsas de Cádiz. Sabía que le encanta, que las disfruta, que las siente y que las hace suyas. Sabía, porque esas cosas se saben, que muere con tó lo de Cádiz, pero no deja de ser un granadino que muere con Granada y la lleva por bandera. Sus cosas, su semana santa y ahora, sus carnavales... 

Ahí te lo dejo, Cádiz. Ha nacido La Comparsa Ciudad de la Alhambra. Y mi hijo formará parte de ella. Tratamelo bien, Cádiz, que es el primero... y quien sabe, si ha nacido en Granada un comparsista, y yo sin saberlo, lo tenía en mi casa...