A Cádiz vine a robarle un día...

A Cádiz vine a robarle un día...
A Cádiz vine a robarle un día... y ella fue quien me robó, La Vida... La Vida... La Vida...

lunes, 31 de octubre de 2011

Cuando Cádiz se hace grande...

No puedo estar más de acuerdo con esta letra. Y no es para menos, pues pienso en esta ocasión sin que sirva de precedente (en otras cosas no lo estaré seguramente) lo mismo que nos dejara en este gran pasodoble Luis Rivero, con su comparsa La Factoría. Está claro y eso lo tengo más o menos asimilado ya, que el Carnaval nace por y para los gaditanos. Nace al amparo de sus calles y de sus baches, y sobre todo de los adoquinados viñeros, que tanto han dado y siguen dando por la fiesta. Pero la repercusión que ahora tiene esta fiesta, desde hace unos veinte años para acá, y de la cual mucha culpa han tenido las nuevas tecnologías, hace que el Carnaval sea mucho más que un solo barrio, aunque a mi ese barrio me siga dando la vida y el pellizco necesario para no olvidar nunca de donde se viene, quienes somos y los porqués y los comos de las maneras que nos han hecho llegar hasta aquí.

Por eso, en este pasodoble me sentí bastante identificado. Porque no se me dejan de escapar sonrisas, cuando escucho carnavales en mi ciudad, Granada. Ya sea un vecino que deja pasar las horas al compás del tres por cuatro. Ya sea estando en casa de algún conocido que escucha carnavales para matar el tiempo que pasa siempre despacio. O cuando al cruzarme con alguien con el coche y escuchar un pito de caña dando la entrada a un cuplé, se me amplía la sonrisa. O cuando al pasar por una calle cualquiera, notas que la música se escapa entre las rejas de un balcón engalanado de geranios hasta arriba, para dejarnos un buen popurri. Y como no en mi casa, donde actúan todos los autores sin censura alguna, en sesiones continuas donde se dan la mano todos los estilos, todos los formatos y todas las coplas... da igual, la sonrisa es amplia y la misma, que si esto mismo me pasa en Córdoba, Sevilla, Huelva, Málaga o donde sea...

Y yo me siento orgulloso, sin ser gaditano, de que los Carnavales salgan fuera de la Viña y crucen "puertatierra", en pos de buscar las salidas hacia miles de puntos de nuestra andalucía, incluso fuera de ella...  para que los demás mortales que no somos viñeros de nacimiento, pero sí gaditanos de adopción, podamos disfrutar del arte y de las coplas que nos dejan todos los años las tablas del falla, y las calles de la viña. Mostradores de la Viña, no solo los hay en la Viña, aunque con ese pasodoble muera yo, y cualquiera que sepa encontrar el pellizco a un taratachín con aires caleteros, con espumas de la Mar gaditana y con los nudos de las maeras que no son nudos, sino que son coloreste...

Y si esos coloretes te los encuentras en baches repartidos por nuestras ciudades, entonces algo estaremos haciendo bien. Porque quedarse encerrados en la Viña, creo que puede ser contraproducente. Porque cantarle a lo que después no se corresponde con la verdad del gaditano y con la verdad del día a día de un barrio que ahoga sus penurias en letras de carnaval, no creo que sea bueno. Es más, creo que le hace más mal a una Cádiz que se muere en muchos aspectos, pero que pocos se atreven a denunciar con meridiana claridad....

Os dejo con el pasodoble de La Factoria... y que tengan todos ustedes una buena tarde de lunes... estén en la Viña, o no...