A Cádiz vine a robarle un día...

A Cádiz vine a robarle un día...
A Cádiz vine a robarle un día... y ella fue quien me robó, La Vida... La Vida... La Vida...

lunes, 25 de julio de 2011

Tengo tanto que contarte...


Tengo tanto que contarte, que quizás no sepa muy bien por donde empezar... ha sido un viaje relámpago, a la aventura, sin pensarlo prácticamente. Pero estoy seguro que me hubiese terminado arrepintiendo de no haber ido. Ya te tenía ganas. Tu ya lo sabes bien. Tu ya sabías de mi querencia por tus calles y tus plazas. Por los bloques y por tus aguas. Por tus cielos y por tus aires, que revoltosos jugaban en la Plaza de las Catedrales cuando tomando café, me di cuenta de que era verdad que estaba por fin y de nuevo en Cádiz. Antes, atravesé tu puente de toda la vida, para adentrarme en tu "avenida", la de siempre, la cual me llevo a darme chocazos con tus murallitas en puertatierra. Arribé a tu puerto sereno y callado a eso de las nueve y poco de la mañana. Recorriendo tus calles desde San Antonio, donde dejamos el coche aparcado, ya el pellizco se metió tan dentro de mi que no he sido capaz aun de sacarlo. Ni falta que me hace. Y así ha sido este fin de semana, tan gaditano como es este blog, porque algo debe de tener el agua cuando la bendicen. Y a mi, TU me has empapado las entrañas con tus aguas benditas y tu salada claridad... 

Como te digo, tengo tanto que contarte, que lo haré en veintitrés entradas si me lo permiten los lectores. Todas ellas distintas pero jamás distantes. Veintitrés crónicas de un fin de semana inolvidable y que ya me tocaba vivir. Veintitrés como el día que llegué de nuevo a ti, para darme de bruces con la magia que desprendes por los cuatro costaos de tus puntos cardinales. La Sal, El Son, La Mar y tu Cielo... en el fondo, "veintitrés" que suma cinco y es impar, como el día que vino a parirme mi madre con un parto que huele a gaditano y que siempre he tenido, y he sabido perfectamente desde que escuchara las primeras coplas de vuestra fiesta junto a ella, en aquellas desconexiones de Telesur que con tanto cariño recuerdo. Ya ha llovido, pero aquí estamos, y queremos seguir aquí. Sabiendo que siempre fui de ti, aun sin saberlo. Sabiendo que he vuelto a ser de ti años más tarde. Y sabiendo, que he de volver a ser de ti y para ti, cuanto antes mejor...


Mientras comenzamos a subir las crónicas de este viaje, os dejo con estás estas tres instantáneas que resumen lo que ha sido este viaje, del que he vuelto con aires renovados, la sal impregnada en mi alma, el son retumbando aun en mis oídos, y la sonrisa amplia que me ha dejado tu luz en mi alma. Por que TU, Cádiz, no eres tan solo "la ciudad que sonríe"... "eres una ciudad que le da Luz al Alma". Y eso es mucho más que una carcajada que se da muchas veces sin saber de que te ríes. Y es más importante, porque las sonrisas del alma se quedan marcadas para siempre en la comisura de unos labios aun húmedos y frescos de tanto besarte en estos dos días exprimidos al máximo. Y he de decirte, que no me he hartado de darte besos de mañana, tarde, noche y madrugá... y termina aquí esta "presentación" de lo que ha sido este fin de semana. Y si dicen que TU eres Cuna de la Libertad (lo cual yo ya desde aquí aseguro), permite tacita, que te diga que has sido para mi también, el resurgir de ese Fénix que llevo tan dentro de mi, pero al que le hacía falta quemarse a si mismo para renacer de sus propias cenizas. Por todo esto, gracias... y a mi ciudad natal, Granada, decirle que no tenga jamás celos de ti. Que siempre seré granadino porque así me parió mi madre. Pero cada día que pasa estoy más seguro, que mi madre no rompió aguas... rompió la Caleta entera...

Salud para todos los seguidores de este humilde blog... y mil gracias a cuantos me fui encontrando por vuestra ciudad (y mía también) por hacerme tan feliz en cada palabra cruzada, en cada abrazo dado, en cada copla cantada o intensamente escuchada, y en la sonrisa amplia de todos ustedes y sus manos siempre tendidas. Y a los amigos a los que no tuve la oportunidad de ver por la falta de tiempo, lo precipitado del viaje y la fugacidad de las horas que pasaron tan rápidas como veloces, avisarles con tiempo de que volveré. Eso le dejé escrito a la Virgen del Rosario mientras le pedí "salud para mi y para los míos"... y así le escribí en su libro de peticiones y ruegos... "Gracias por traerme de nuevo hasta aquí. Siempre a lo que Tu mandes. "áhyh ashr áhyh"... (Yo Soy quien Soy)... 23 de julio de 2011


Pd: las fotos son la primera y la última que hice estando junto a ti. Y de propina una que tiene mucho significado para mi... mi despedida de la Alameda... al atardecer la tarde gaditana, que ya lo dijo Bustelo... "Que bonita es Cádiz por la tarde"...

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