A Cádiz vine a robarle un día...

A Cádiz vine a robarle un día...
A Cádiz vine a robarle un día... y ella fue quien me robó, La Vida... La Vida... La Vida...

viernes, 6 de julio de 2012

Esta gran casa de locos...

Ya está aquí. Ha llegado, una vez más, como hace todos los años...


Apenas sin hacer ruido, tras el desmelenado y atronador sonido general, que sigue a esos días de festejos propios, por el nacimiento de un tal Jesús. Días que son de fiesta para todos, y que todos disfrutamos. Seamos ateos o no. Es curioso. Nunca vi quejarse a un ateo, a un agnóstico, a un no creyente en nada, ni siquiera en él mismo, por coger vacaciones "de navidad". Ni tampoco decirle al jefe, que esos días quiere trabajar. Que el no cree en estas cosas, así que trabaja los días de fiesta cristianos... ainsss, Señor, las cosas de esta maldita casa de locos...

La vida, justamente recién nacida, empieza con el año recién terminado. Nos hemos comido las hojas de un calendario cruel y despiadado, que ha pasado sin pedirnos siquiera permiso. Marzo, con sus nazarenos en la calle (tampoco conozco a nadie que quiera trabajar Jueves y Viernes Santo, por no creer en estas cosas, ainsss...) Abril, con sus festejos primaverales de sobra por todos conocidos. "Así se siente abril", nos canturrea una delgadamente traspasada Rosario Flores. Mayo con sus cruces, sus toros y sus faralaes. Junio, con su Corpus Christi (curiosamente, se de quienes descansan también en esos días,... pobres...)

Después llega Julio, y con el las calores que aprietan las sienes y nos hacen sudar el alma. Con su Virgen del Carmen, marinera al llegar "mitádemes". Tardes terriblemente tórridas, tediosamente turbativas, y tranquilamente intrascendentes. Tardes de siesta, vamos... de las de siesta de tóa la vía de Dios...  para el que se las pueda aplicar y permitir, claro está. No es mi caso, y quizás por eso, las añoro y hasta a veces sueños por las noches, estar durmiendo la siesta. Dame pan, gazpacho y siesta, así debería de ser el dicho. Y deja de decirme tonto, por que sea andaluz, que de tontos está el mundo lleno. Y llega Agosto, con sus playas que son nidos de hormiguitas, en las cuales plantar una sombrilla es una guerra abierta en todos los frentes...


Septiembre, la vuelta al currelo, los días mas cortos y las noches más frescas. Octubre, San Francisco. Noviembre, camposantos criando malvas, con tó sus castas enteras. Diciembre, Constitución que no constituye, Inmaculada que se empeñan en seguir manchando y nochebuena, de las que seguramente las hubo mejores a lo largo del año. Y otro tachón más en el calendario de los años que se van, y que nada podemos hacer por retenerlos, al amparo de las horas muertas que pasan sin remedio, volviéndonos locos con la llegada de un año nuevo más. Y Enero se vislumbra con su blanco manto de nieve aterciopelada y fría...


Y por fin, ha llegado febrero... y con él, esta gran casa de locos... que nació un día trece...



Comparsa con letra y música de Antonio Martinez Ares. 
Tipo de ciegos del Lazarillo de Tormes. Primer Premio

Ha llegado febrero
el rey de la alegría 
ha llegado la fiesta 
reina de la hipocresía
autores que se odian 
hasta el punto 
de hipotecar sus almas
amigos contra amigos
legales contra charangas
chirigotas sobre comparsas 
los locutores, y sus venganzas
la humillación en los escenarios
gallinero contra cantantes
la costurera contra los sastres
las viejas glorias en los diarios
y cuarteteros contra coristas
la capital contra la provincia
censura contra verdad
todo el peso de un antifaz 
contra un pobre chirigotero
la envidia es a flor de piel
pasodoble contra cuple
coplero contra coplero
contra el jurado
todo un pueblo
por y contra su consciencia 
el arte contra el dinero
nadie contra las reventas
la calle contra el pregón
quien gano sobre quien perdio
viejos contra la cantera
terminemos de reventar
esta gran casa de locos
en febrero compasión
te lo suplica este bufón
apiádate de nosotros.

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