Porqué te querré?... Que es lo que tienes?...

No lo sé. Y seguramente, nunca lo llegue a saber. Pero es así. Te quiero. Sin más. Lo que siento estando contigo, no lo siento con nada más. El simple hecho de estar a tu vera me sirve para darme cuenta, de que después de ti, no hay nada. Al menos, nada que me reconforte tanto, que me llene hasta rebosar de vida, armonía, música, alegría y ganas de seguir en pie. Aunque la cabecera de este blog siempre muestre a ese náufrago que tumbado espera que el salitre de una ola despistada le devuelva la cordura. Tu me bastas y me sobras. No quiero nada más. Y te tengo ganas, muchas ganas,...

Se que es difícil nuestro romance. Quizás la distancia. Quizás el tiempo. Quizás nuestras madres que nunca serán las mismas. Quizás el mundo que nos separa. Quizás esa pizca de suerte que jamás me acompañó en los momentos precisos, y algunos otros preciosos. Quizás las promesas que nunca nos hicimos. Quizás el saberte cerca aun estando tan lejos, y todo lo contrario... tenerte tan lejos, sabiendo que estás tan cerca...

En fin. No lo sé. Y mira que lo intento. Y por más que lo pienso, no llego a saber exactamente que es lo que es. No dudo, pero si me canso. No me alarmo, pero si me asqueo. No me rindo, pero si se me abren las heridas en canal cuando no te tengo y cuando así lo siento. No me pides, pero si me das. No te doy, pero te lo daría todo sin dudar. Y yo, que no soy mucho de pedir, contigo no tengo más remedio que desequilibrar mi balanza, y haciendo de tripas corazón faltar a mi más preciado mandamiento. No pedirás..., y sacando siempre una de mis mejores sonrisas, hoy vengo a pedirte encarecidamente, que no te olvides de mi...

¿porqué te querré?...

¿Que es lo que tienes?...

Cádiz la de alma de niña
Cádiz del barrio la Viña, 
cangrejos moros.
Cádiz la novia del viento,
la del trajecito abierto en alta mar.
Cádiz, levante y caballas
forraita por murallas 
por si las moscas,
La que conserva la llave 
matarile de los mares, de libertad.
Cádiz de cante y de fiesta,
la que de noche bosteza por la Caleta,
la que murmulla en las barcas,
y la de las cien mil lanzas puestas a pescar,
la de cañones callaos,
refugios pa enamoraos que explotan besos,
de la virgen del Rosario, 
la de las cruces de mayo,
la de las Puertas de Tierra 
de boca pa fuera,
de niñas morenas
la por siempre plateá,
del vestio de piconera,
de luna y estrellas
y barquitos que juegan
a mirarse en el cristal.
La de las plazas toa llenas de niños
y todos llenos de palomas.
Del sol al que se llama Don Lorenzo,
la de coros en carrozas.
La de los barrios
y el circo romano 
que se duerme en sus entrañas,
la de ahora y siempre.
Cádiz de los Tres mil años,
del Cristo gitano

¿Porque te querré?

¿Qué es lo que tienes?